E15: Sant Climent (no) tiene Rambla
Entendemos el emplazamiento del concurso formando parte de un variado y complejo sistema territorial. Un punto de inflexión en el recorrido que une la franja costera con sus dunas, humedales y marismas, con la sierra, pasando por zonas boscosas, agrícolas y urbanas. Un territorio marcado por la presencia de numerosas rieras, que atraviesan esta secuencia e introducen condiciones para una mayor diversidad en cada uno de los sistemas.
A su vez, elemplazamiento objeto de este concurso es condicionado de forma notable por la presencia de una riera – la riera de Sant Climent –, fundamental, en la historia de la ciudad, pero que ha ido perdiendo su protagonismo. Así, nuestra propuesta trata de dar importancia a esta estructura, como también recuperar parte de patrimonio cultural relacionado con ella, con el fin de dotar a la intervención de una potente identidad que sea el verdadero tractor del nuevo desarrollo.
Así, haciendo uso del parte de trazado de la riera, proponemos un recorrido que culmina con un eje cívico para articular el lugar del concurso y marcar las pautas para un posterior crecimiento urbano. Una Rambla contemporánea que reinterprete las funciones paisajística, social y la productiva de su análoga tradicional.
Los sistemas de gestión del agua y del verde son dos de los elementos estructurantes de nuestra propuesta. Por un lado, el agua ha sido uno de los elementos que ha tenido una importante presencia en la historia de Sant Climent desde su fundación y que forma parte de su patrimonio cultural. Fundado en la intersección entre el antiguo camino medieval y la riera de Sant Climent el municipio conserva numerosas canalizaciones, fuentes y minas antiguas sobre las que aún se conservan diferentes leyendas. También desde el principio del siglo pasado se pueden encontrar referencias que hablan sobre la calidad de las aguas del lugar. Así, utilizando la preexistencia de la riera, proponemos un sistema de aprovechamiento de agua, integrado por sistemas de recogida, depuración y reutilización,distribuido por la superficie de emplazamiento que sirva de guía para el crecimiento del nuevo barrio. Diferentes elementos de este sistema incorporarían los usos lúdicos, productivos y sociales asociados al agua. Proponemos también un centro de investigación y difusión del uso y gestión sostenible del agua, localizado en la masía de Can Carreras.
Por otro lado, el lugar del concurso tiene una importante condición de frontera donde confluyen diferentes ecosistemas. Por lo que proponemos una estructura que conecte diferentes sistemas naturales y que, junto al sistema de aprovechamiento de agua, sirva para organizar el nuevo crecimiento. Con ello, se evita la formación de barreras entre hábitats diferentes, conservando la biodiversidad del ecotono, mejorando la estabilidad del paisaje y favoreciendo la convivencia de los futuros habitantes del nuevo barrio con la naturaleza y otras formas de vida.
El sistema del verde también incorporaría las actividades de ocio – paseos y zonas de descanso –, productivos – huertos, reutilización de residuos vegetales para generar energía y compost, filtrado de aguas grises – y sociales – huertos colectivos, como modelo alternativo de interacción social, fomento de la cohesión social a través de la concienciación y cuidado del patrimonio natural.
Por último, hemos tratado de proponer mecanismos para la formación deuna identidad propia del nuevo barrio y para ello entendemos importante el establecimiento de una comunidad cohesionada y comprometida con el cuidado del entorno, que tenga la capacidad de actuar cobre su ámbito habitable. Así, para el nuevo crecimiento edificatorio, nuestra propuesta consiste en una serie de reglas inclusivas surgidas a partir de nuestra interpretación del lugar.
Se plantea el esquema en manzana abierta, donde la Rambla que articula la distribución es un espacio público, multifuncional, que recoge usos tan variados como actividades lúdicas, pequeños comercios, artesanía, espacios verdes de ocio y productivos y zonas de reutilización de agua.
En el interior de la manzana se forma un espacio colectivo de cada bloque, susceptible de acoger diferentes actividades y servicios en función de las necesidades de los vecinos.
Se establece un coeficiente de ocupación de las franjas del perímetro de la manzana, así como de las franjas del interior. Se propone un frente más compacto hacia la Rambla y más permeables los frentes que dan a los espacio naturales, como son el bosque o la franja ribeña.
Con el fin de reducir el impacto de la edificación, proporcionándole una escala más humana y para fomentar diferentes usos de cubiertas, terrazas y balcones se propone un coeficiente de esponjamiento que define la edificabilidad máxima de cada planta de la manzana y que permite que la edificación vaya perdiendo densidad a medida que crece en altura.
Se establece un porcentaje de espacio comunitario mínimo por planta que permitadisponer de servicios colectivos como son la lavandería, sala multimedia, comedor comunitario, sala de reuniones, etc. Estos espacios se complementarías con las actividades que se puedan desarrollar en los corredoresy en las franjas adyacentes a ellos de las viviendas.
Las plantas bajas de las manzanas que dan a la Rambla pueden albergar comercios, pequeña industria, artesanía y servicios. Son las partes más “definidas” de la edificación, mientras que las plantas destinadas a la vivienda son flexibles y modificables en el tiempo.
Para ello se plantea una crujía de 5,80 metros de intereje, en la que se pueden insertar las viviendas. Cada módulo se considera como una parcela libre que se puede edificar, combinar con otras parcelas, ceder o dejar libre.
Así, se plantea una vivienda flexible y perfeccionable según las necesidades de sus habitantes. Puede ampliarse en las cuatro direcciones, ceder espacio al vecino, o reconfigurarse para conseguir una mayor identificación entre el residente y su espacio habitable y disminuir los desplazamientos obligados de los futuros vecinos.
La movilidad dentro del barrio se estructura para priorizar los desplazamientos peatonales y reducir los modos de circulación rodada. El eje de la Rambla combina carril bici, carril de tráfico rodado de velocidad reducida y amplias aceras peatonales. El resto de las calles del nuevo barrio son peatonales. Se conserva el acceso desde Viladecans existente, proponiendo para su rehabilitación las acciones siguientes: 1) ampliación y urbanización de una de las aceras eliminando parte de aparcamientos en superficie y reduciendo la anchura de los carriles, 2) creación de un ritmo de conexiones entre la calle de acceso actual y la riera aprovechando solares vacíosy edificación en mal estado. En estos espacios se plantean zonas verdes de descanso y miradores a la riera. 3) Unificación de la edificación existente en altura.